Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

Celebro las ollas comunitarias para afectados por el invierno, deben saber que no están solos

Recuerdo mi primera participación en una olla comunitaria: pensábamos que no bastaría para tanta gente, pero alcanzó y sobró como en el relato de la multiplicación de los panes.

linero.jpeg
Alberto Linero

Todos compartían desde la pobreza en la que vivían. La olla estaba en el centro de la calle y dos señoras organizaban lo que los demás llevaban. Se realizaba un sancocho comunitario.La dura situación que estaban viviendo no les permitía responder individualmente a sus necesidades y decidieron juntar lo poco que tenían para hacer un alimento común. No quise llegar sin nada y llevé unas cuantas libras de carne; una señora me miró con los ojos brillantes de emoción y me agradeció.

Mientras tanto se cocinaba el sancocho con todo lo que habían juntado. Era una olla inmensa, pero aun asítuve miedo de que no alcanzara, porque éramos como 60 personas,pero ¡qué va!, alcanzó y sobró como en el relato de la multiplicación de los panes. Es que creo que ese es el verdadero milagro: cuando los seres humanos compartimos lo que tenemos siempre se satisfacen las necesidades de todos y alcanza.

Fue mi primera participación en una olla comunitaria en una comunidad muy pobre de un barrio de Barranquilla. Recordé esta experiencia cuando leí ayer la noticia de que el gobierno nacional ha dispuesto como una estrategia para responder inmediatamente a las comunidades que han sufrido la ola invernal, la olla comunitaria. En palabras de Javier Pava Sánchez, director de la UNGRD, se quiere: “dar una respuesta complementaria a la ayuda típica humanitaria. Brindar alimento caliente y entregar comida permanente a la gente que se ha visto afectada por las emergencias, y eso es lo que se ha denominado: generación de ollas comunitarias” cierro cita.

Celebro la respuesta inmediata, que no soluciona el complejo problema -porque se requieren inversiones estructurales-, pero que sí permite que estas personas que sufren, sientan que no están abandonadas y que le interesan a alguien. No basta con estas respuestas, pero es un primer paso fundamental para no sentir que se pierde la dignidad al perder lo material.

Publicidad

  • Publicidad