Juan Carlos Amaya Méndez, un uniformado de 36 años de edad adscrito al Área Operaciones de la Dirección de Inteligencia Policial, fue asesinado en las últimas horas cuando adelantaba labores de inteligencia en la vereda La Linda, corregimiento de San Miguel, del municipio de Sonsón, Antioquia.
Según confirmó el departamento de policía, el capitán Amaya fue atacado con arma de fuego por presuntos integrantes del Clan del Golfo, cuando se encontraba en compañía de otros uniformados recolectando información para posteriormente adelantar operativos. El grupo se encontraba hospedado en una finca, hasta donde los ilegales siguieron a un uniformados que fue a comprar provisiones al vecino municipio de Doradal; allí intentaron entrar a la fuerza y en la reacción, hubo un intercambio de disparos, según confirmó el coronel Óscar Rico, comandante de la Policía Antioquia.
"Después de este tipo de disparos, tanto los delincuentes como policías se dispersan. Ya dos horas y media posterior a los hechos, se hace un desplazamiento hasta el punto de enfrentar a confrontación, se ubican al resto de uniformados y lamentablemente se encuentra el cuerpo sin vida de un funcionario de la policía", indicó a Blu Radio.
Hace pocos minutos a través de su cuenta en X se refirió a estos hechos el gobernador Andrés Julián Rendón, quien rechazó lo sucedido, reiterando que en sus palabras “Contemporizar con el crimen y tratar como angelitos a los peores criminales de distinta pelambre, nos ha traído hasta acá, con frecuentes hechos de violencia”. También aseveró que este clima de caos y de incertidumbre les sirve solo a unos cuantos.
Vale la pena mencionar que este crimen revive la ofensiva que adelantó este grupo al margen de la ley en el mes de abril como parte del Plan Pistola contra uniformados en el departamento, dejando por lo menos 11 fallecidos y 26 heridos.
La institución condenó el asesinato de uniformados, pues en las últimas horas además de este caso también se han registrado los del patrullero Duván Andrés Ramírez Cárdenas, en Villa Rica (Cauca), y del patrullero de policía Jair Gonzalo Gurrute Bolaños, en Caloto (Cauca).