La polémica que se ha creado en Medellín por los diálogos que adelanta el Gobierno nacional con los líderes de las bandas delincuenciales del Valle de Aburrá que están presos en la cárcel de Itagüí tiene un nuevo capítulo. Esta vez, el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, volvió a tomar la palabra para criticar con vehemencia el proceso de paz total que propuso el presidente Gustavo Petro.
La preocupación no solamente existe por el estado actual del proceso con estas bandas delincuenciales, sino también por la ausencia de mandatarios locales como Federico Gutiérrez o Andrés Julián Rendón. Los voceros del Gobierno nacional y de los grupos delincuenciales han reiterado en varias oportunidades que el alcalde de Medellín y el gobernador de Antioquia deben sentarse con ellos para tratar de buscar consensos.
A pesar de los constantes pedidos, fue el mismo Gutiérrez el que volvió a manifestar que no se va a sentar con criminales, como él mismo los denomina, y que, además, el proceso de Paz Total fue un fracaso.
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"Ellos están felices porque, en medio de esos procesos de negociación, pueden manejar sus finanzas, crecen financieramente y crecen militarmente. Y esa es la verdad. En mi concepto, la paz total ha fracasado. Siempre mi posición como alcalde ha sido clara. Yo no me siento a negociar con criminales", insistió el mandatario.
Recordemos que recientemente Jorge Mejía, delegado del Gobierno nacional, admitió que no solo son pocos los avances, sino que antes de terminar septiembre debe hacerse el relanzamiento de los diálogos tal y como ya ocurrió en Buenaventura y Quibdó.
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"Hay incertidumbre por el tiempo que ha transcurrido sin que hayamos tenido logros significativos, más bien por culpa del Gobierno nacional que por culpa de ellos. En el mes de septiembre debemos de hacer su lanzamiento que permitirá llegar al gran objetivo cual es desactivación de las hordas de violencia que han sido factores de perturbación en Medellín y el Área Metropolitana", indicó Mejía.
De momento, ha pasado más de un año desde que se lanzó la estrategia con los líderes de las bandas delincuenciales del Valle de Aburrá y hasta ahora los avances no han saltado a la vista, lo que genera incertidumbre en la comunidad y los actores que hacen parte del diálogo.