Una semana de desplazados, un Ejército que no ha llegado a la zona del enfrentamiento entre las disidencias del frente 36 de las Farc y el Clan del Golfo; y la falta de respuesta del Gobierno nacional a las peticiones de la Gobernación de Antioquia es lo que deja en vilo a Briceño, municipio que continúa con 2.156 campesinos que se refugian en el casco urbano de la violencia que se vive en la ruralidad.
Aunque no ha logrado llegar al epicentro de los enfrentamientos, el Ejército confirmó que ya hace presencia en zona rural, donde se mueve con cautela ante la presencia de artefactos explosivos instalados por los grupos al margen de la ley. El brigadier General Carlos Caycedo, comandante de la Cuarta Brigada, confirmó que están ingresando a las veredas Travesías, Las Auras y Pueblo Nuevo y que han desactivado dos explosivos, además de la desinstalación de tres vallas alusivas a las disidencias.
"En muchas ocasiones parece que fuera lento el avance. No es así, es precisamente por el cuidado que deben tener las tropas ante la cantidad de artefactos explosivos que han sembrado los integrantes del grupo armado, que siempre hay el señuelo. Lo que pasó en San Andrés de Cuerque, donde nos asesinaron un sargento y un soldado, donde cayeron los niños, claro ejemplo de lo que están haciendo estos bandidos", aseguró el militar.
A la problemática se han sumado las críticas del gobernador Andrés Julián Rendón al Gobierno nacional, luego de no obtener respuesta a los cuatro oficios en los que le solicita al Ministerio de Defensa una ofensiva militar en el Norte del departamento. Para el secretario de seguridad Luis Martínez las peticiones no han sido interpretadas correctamente.
"Lo que le estamos diciendo es que hagan una operación en Antioquia como las que han hecho en el Cauca. Decir, que no sea la fuerza pública en territorio la única que actúe, sino que se vengan todas las capacidades del orden nacional, grupos especiales de comandos de inteligencia, de policía judicial. Es decir, que se haga una acción contundente, focalizada y permanente en el territorio".
El recuento de estos siete días no solo dejó 23 veredas vacías, sino también escasez en alimentos pues desde un inicio la Alcaldía de esa localidad del Norte de Antioquia levantó la mano por no tener capacidad sino para atender a 200 desplazados.
Las ayudas llegaron, dice la Gobernación de Antioquia, por parte del ente departamental y aún reclaman lo propio del Gobierno nacional, motivo por el que incluso la Personería municipal interpuso una tutela. Ante ello, la Unidad de Víctimas confirmó que este martes llevará 1.000 kits de alimentos y 250 dotaciones de albergue.
Mientras organizaciones humanitarias han aportados a la atención de esta crisis, como el Comité Internacional de la Cruz Roja que entregó este sábado 1.050 kits de aseo e higiene a las familias de 16 de las veredas afectadas; las tropas avanzan para lograr llegar a los puntos críticos de la violencia y que las cerca de 1.000 familias puedan regresar a sus hogares.
Antioquia sigue teniendo casos de desplazamiento activos, fuera de Briceño, en los municipios de Anorí, El Bagre, Valdivia y Tarazá. En total este año la Unidad de Víctimas ha atendido 28 situaciones de desplazamiento masivo o confinamiento.