En una encrucijada se encuentran los desplazados en el municipio de Briceño, norte de Antioquia, quienes llegaron al casco urbano en los últimos días tras los combates que se registraron en zona rural entre las disidencias del frente 36 de las Farc y el Clan del Golfo.
Mientras que un audio que circula entre líderes comunitarios confirma que ya pueden volver a sus viviendas, desde donde salieron con la amenaza de que habría hasta multas para el que no abandonara la zona, las autoridades locales no les estarían brindado la seguridad que esperaban para volver, incluso porque les han manifestado que lo hacen bajo su propio riesgo.
A la par, la Gobernación de Antioquia confirmó que debido a la situación de orden público que se presenta en esa localidad, desde la Secretaría de Educación se han adoptado medidas como el traslado temporal de los estudiantes de las zonas afectadas hacia la Institución Educativa Antonio Roldán Betancur.
Allí reciben acompañamiento pedagógico y bienestar escolar y clases en contra-jornada. Sobre este punto se refirió el secretario de Educación de Antioquia, Mauricio Alviar Ramírez.
"Tenemos una afectación directa de 306 niños de la ruralidad de Briseño. A estos niños les vamos a garantizar la educación en contra-jornada. Nosotros reiteramos desde la Secretaría de Educación el llamado a estos grupos al margen de la ley para que respeten el derecho de los niños y niñas al estudio", aseguró.
Son en total 13 sedes del Centro Educativo Rural Morrón y las siete sedes de la Institución Educativa Antonio Roldán Betancur las afectadas, pero según el ente departamental continúan con su proceso formativo, mientras que el Programa de Alimentación Escolar (PAE) se entrega de manera regular.
Por lo pronto, más de 2.100 personas permanecen en el casco urbano a la espera de garantías para el retorno a más de 20 veredas donde persisten las confrontaciones entre grupos ilegales.