La racha de asesinatos que se dio en el Atlántico este domingo cobró la vida de seis personas en diferentes lugares del área metropolitana de Barranquilla y del municipio de Sabanalarga, donde de nuevo sonaron las balas después de varios días de aparente calma.
Uno de los crímenes ocurridos tuvo lugar en el barrio San Felipe, del suroccidente de Barranquilla, donde a tiros acabaron con la vida del domiciliario José Alberto Escalona Erazo, a quien le tendieron una trampa con la intención de robarle la motocicleta en la que trabaja.
Según la información que entregó la pareja de la víctima a las autoridades, y cuyo testimonio reposa en el informe preliminar de la Policía, Escalona fue contactado por medio de una plataforma digital para llevar un supuesto domicilio la tarde del pasado domingo, pero, al llegar al sitio donde lo citaron, dos hombres lo abordaron, le robaron sus pertenencias y, al parecer para arrebatarle también su motocicleta, le dieron varios disparos.
Era contador público
La víctima, quien murió tras ser impactado en la cabeza y en uno de sus brazos, era contador público de profesión y recientemente había empezado a trabajar como domiciliario a través de aplicaciones móviles, como una forma de ganarse la vida tras quedar desempleado.
Otro de los crímenes que se destaca recientemente es el asesinato de Savier Enrique Catalán Martínez, un adolescente de 17 años conocido como alias ‘El Mazorquita’, al que le dispararon en la cabeza y en el pecho durante un atentado ocurrido en el barrio Bella Arena, sur de Barranquilla.
De esta víctima, la Policía informó que registraba una anotación por porte de estupefacientes y, al parecer, trabajaba para alias ‘El Jipi’, integrante de la organización delincuencial ‘Los Costeños’.