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Las acciones sicariales presuntamente perpetradas por miembros de organizaciones criminales parecieran no tener descanso este fin de semana, luego de que tres ataques a bala registrados de manera aislada dejaran dos muertos y dos personas más heridas durante las últimas 24 horas.
Uno de los casos más recientes se presentó en el barrio Me Quejo, en el sur de Barranquilla, luego de que Jesús Hernández Quintero, de 42 años; y Kevin Emel Martínez Pacheco, de 41 años; resultaran heridos tras ser víctimas de un atentado sicarial cometido en horas de la noche de este sábado.
De acuerdo con el reporte preliminar entregado por la Policía, los hechos se presentaron a la altura de la carrera 27 con calle 82, en momentos en los que Hernández Quintero y Martínez Pacheco se encontraban departiendo en la terraza de una vivienda.
Justo allí habrían sido interceptados por hombres motorizados que, sin mediar palabra, les dispararon en repetidas ocasiones hasta dejarlos malheridos. Los dos hombres fueron trasladados hasta un centro asistencial donde recibieron atención médica especializada.
Otro hecho sicarial se perpetró este fin de semana en el barrio Villa Sol de Soledad, Atlántico, registrándose la muerte Brayan José Jiménez Acosta, en hechos que están siendo materia de investigación por parte de las autoridades.
Al parecer, Jiménez Acosta se encontraba en el sector de la calle 55 con carrera 3C, cuando fue increpado por dos hombres desconocidos que le dispararon estando a bordo de una motocicleta, dejándolo sin vida en el lugar de los hechos.
Finalmente, un último crimen se cometió contra Javier Alfonso Mendoza Páez, de 49 años, quien resultó baleado en el barrio Las Trinitarias, a la altura de la ‘oreja’ que conecta a la Avenida Circunvalar con la calle Murillo, en el sur de Barranquilla.
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Mendoza Páez se desplazaba a pie por la zona cuando, de repente, fue interceptado por dos hombres que se movilizaban a bordo de una motocicleta y, en cuestión de segundos, le propinaron varios disparos para darse a la huida.
Pese a que moradores de la zona intentaron auxiliar a Mendoza Páez, los esfuerzos resultaron en vano, pues cuando quiso ser trasladado a un centro asistencial ya no contaba con signos vitales.
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