Usuarios de Nueva EPS se encadenan en clínica de Valledupar rogando atención para sus familiares
Griselda Barros, una de las afectadas, dice que desde el jueves sus familiares no son atendidos ni mucho menos trasladados.
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Desconcertados están los familiares de los más de 100 usuarios de la Nueva EPS que estaban siendo atendidos en la clínica de Alta Complejidad de Valledupar, algunos de ellos en UCI, pero que por falta de pagos de esta entidad fueron asignados para remisión hacia otros centros asistenciales en los que ya los habían rechazado.
Para negarse esta decisión varios de ellos optaron por encadenarse a las afueras de esta clínica, en la que solo están permitiendo la entrada de urgencias vitales. Del mismo modo, dicen que desde el jueves ni son atendidos ni mucho menos trasladados.
Griselda Barros sostiene que su prima Débora Barros llegó desde el pasado martes proveniente de la Alta Guajira por una arritmia cardiaca inusual, de la que no quisieron darle tratamiento en el Instituto Cardiovascular, mismo al que ahora quieren devolverla.
“Sentimos dolor, tristeza y hasta pena. Estamos en una ciudad que no es la nuestra. Ustedes no se imaginan cómo hacemos para estar aquí, para que nos atiendan. Nos sentimos en un sistema huérfano. Llamo al presidente Gustavo Petro, yo voté por él, mi familia también. No aceptan nuestros mensajes, lo único que nos dan es un contentillo de que la van a trasladar”, dijo inicialmente.
Manifiesta Griselda que fue necesaria una orden de la Supersalud para que lograran atenderla y que con un eventual traslado temen a que le hagan el paseo de la muerte.
“¿Qué dice la Nueva EPS? Un traslado a otra clínica, otro instituto aquí en Valledupar. Eso es reiniciar el tratamiento para ella y nosotros no queremos que le hagan el paseo de la muerte. Suspendieron todas las cirugías programadas que tenían. Hay pacientes que están aquí esperando una cirugía de corazón abierto en la UCI. Eso es irresponsabilidad tanto de la Nueva EPS como del Estado”, agregó.
Acerca de Débora, su prima cuenta que es una lideresa wayuu que se empezó a sentir mal desde el fin de semana pasada durante un velorio en frontera con Venezuela. Fue recluida por síntomas de taquicardia en el Hospital San José de Maicao, en La Guajira, y de allí remitida hacia el Cesar.
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Por otro lado, Viviana Patricia Zuleta, una de las líderes de la protesta, acotó que las remisiones solo son por 72 horas, abriendo la posibilidad de que sus familiares estén rodando de clínica en clínica.
“Hay pacientes de otros lados, nosotros somos de La Guajira. Aquí hay pacientes de Barrancabermeja, Aguachica, Maicao, de muchas partes. Entonces, no podemos nosotros permitir que la Nueva EPS nos agarre como si fuéramos unos animales y no tuviéramos dolientes. Jugar con la vida de nuestros seres queridos”, finalizó.