El Hospital Psiquiátrico San Camilo, una de las instituciones de salud mental más importantes del oriente colombiano, anunció la suspensión total de la prestación de servicios a los afiliados de Nueva EPS debido a una millonaria deuda que, según el centro asistencial, pone en riesgo su estabilidad financiera y el derecho a la salud mental de sus pacientes.
A través de un comunicado oficial, el centro médico informó que la decisión se tomó tras el incumplimiento de los lineamientos de pago establecidos en el Decreto 0489 de 2024, que obliga a las entidades en vigilancia especial o intervención administrativa a realizar giros equivalentes al menos al 80 % de las Unidades de Pago por Capitación (UPC).
El hospital señaló que Nueva EPS adeuda más de $12.855 millones de pesos, de los cuales $9.153 millones corresponden a obligaciones generadas después de la intervención estatal de la entidad promotora de salud.
Pese a los reiterados intentos de la institución por recuperar los recursos -a través de derechos de petición, tutelas, procesos judiciales y comunicaciones oficiales-, el hospital aseguró que no ha obtenido respuesta efectiva por parte de Nueva EPS.
“La vulneración de la norma ha colocado en riesgo económico a la institución y afecta el ejercicio pleno del derecho a la salud mental”, indicó el hospital en el comunicado.
Ante esta situación, el Hospital San Camilo decidió suspender todos los servicios a los afiliados de Nueva EPS, manteniendo únicamente la atención en el área de urgencias.
La dirección del hospital pidió la intervención del Ministerio de Salud y Protección Social, la Superintendencia Nacional de Salud y la Secretaría de Salud de Santander para acompañar el proceso y buscar una solución que garantice la sostenibilidad fiscal de la entidad y la protección del derecho fundamental a la salud.
“Somos conscientes de las dificultades que esta medida pueda ocasionar y expresamos nuestras excusas a los usuarios y sus familias”, expresó el centro médico, al tiempo que reiteró su disposición para reanudar los servicios “una vez se evidencie el pago de las obligaciones por parte de Nueva EPS”.
Con esta decisión, miles de usuarios en Santander podrían verse afectados en la continuidad de sus tratamientos psiquiátricos, mientras el hospital advierte que la falta de recursos amenaza la operación de sus programas de atención en salud mental.