Un devastador incendio consumió gran parte de la sede del Instituto Técnico Agropecuario de Santa Helena del Opón, en Santander, dejando en riesgo la continuidad académica de más de 50 niños para el año escolar 2026. Las autoridades locales señalaron que un cortocircuito en uno de los salones habría sido el origen de las llamas, que se propagaron rápidamente durante la noche.
El fuego arrasó con varios salones donde se desarrollaban las actividades de formación técnica y básica primaria del plantel rural. Aunque la emergencia no dejó personas lesionadas, las pérdidas materiales son cuantiosas.
La secretaria de Planeación del municipio, Andrea David González, confirmó que el incendio destruyó más de 150 sillas, mesas, equipos tecnológicos como impresoras, videobeam, además de documentación académica fundamental para el funcionamiento del instituto.
“Al parecer fue un cortocircuito. Se quemaron elementos esenciales, equipos, documentos y varios salones. La sede quedó prácticamente inhabilitada”, explicó la funcionaria.Además del material pedagógico, las llamas afectaron seriamente la infraestructura, techos, cableado y paredes, lo que deja en evidencia la urgencia de una intervención estructural o una reubicación completa de la comunidad educativa.
La emergencia ocurrió apenas unas semanas después de que la institución iniciara oficialmente sus inscripciones para el año 2026, lo que incrementa la preocupación entre docentes, padres y líderes comunitarios. Sin aulas y sin equipos, los más de 50 niños de la zona corren el riesgo de no contar con un lugar digno ni adecuado para continuar sus estudios.
La situación ya fue puesta en conocimiento de la Gobernación de Santander, que inició gestiones para determinar si es posible reubicar temporalmente a los estudiantes o habilitar espacios alternos mientras se adelanta la recuperación de la sede agropecuaria.
Funcionarios de la administración municipal han solicitado el apoyo urgente de la Secretaría de Educación Departamental, organismos de atención y entidades de gestión del riesgo para atender esta emergencia durante el receso escolar, con el fin de actuar antes del inicio del próximo calendario académico.
“La prioridad es garantizar que los niños no se queden sin estudiar. Necesitamos apoyo urgente para reconstruir la sede o brindar un espacio alterno”, concluyó González.
La comunidad, entre tanto, pide que la emergencia no quede en el olvido y que se tomen decisiones rápidas para evitar que los estudiantes sean los principales afectados.