La reciente publicación del decreto 0858 por parte del Gobierno nacional ha encendido las alarmas en el ámbito político y de la salud en Colombia, generando un intenso debate sobre la legalidad y la pertinencia de implementar cambios estructurales en el sistema sanitario por esta vía.
La senadora Norma Hurtado, integrante de la Comisión Séptima de la Cámara Alta por el Partido de la U, ha sido una voz crítica y analítica en esta discusión, cuestionando la validez de la medida y exigiendo claridad sobre el financiamiento de las propuestas gubernamentales. En una entrevista reciente, la senadora Hurtado desgranó los puntos clave de su preocupación, ofreciendo una perspectiva integral sobre los desafíos que enfrenta la reforma a la salud en el país.
Uno de los puntos más álgidos de la controversia gira en torno a la facultad del Gobierno para introducir modificaciones tan trascendentales al sistema de salud mediante un decreto, en lugar de hacerlo a través del Congreso de la República. La senadora Hurtado es enfática al señalar que, aunque el decreto "está revestido de legalidad" y se esperan las correspondientes demandas, su expedición es cuestionable en esencia.
"Considero que no, considero que no, porque existen temas que son muy propios de la Ley 100, muy propios de la Ley Estatutaria que están contemplados en este decreto, que finalmente el la instancia, la competencia está en el Congreso de la República y como vemos pues este eso no se dio. Este paso eh fue abruptamente sorprendido el pasado miércoles con la presentación de este decreto", afirmó la senadora.
Esta declaración subraya la preocupación de que el decreto invada competencias legislativas y pretenda modificar aspectos que, por su naturaleza y la jurisprudencia, requieren un debate y aprobación en el seno del Congreso. La Ley 100 de 1993, que estableció el sistema de seguridad social integral, y la Ley Estatutaria de Salud (Ley 1751 de 2015), que reconoce la salud como un derecho fundamental, son marcos normativos complejos cuyas modificaciones sustanciales suelen requerir un proceso legislativo riguroso que garantice la participación y el consenso.
Tres momentos clave en la propuesta de reforma a la salud
La senadora Norma Hurtado estructuró la evolución de la propuesta de reforma a la salud del gobierno en tres momentos distintos, lo que permite comprender la trayectoria y las recurrentes falencias que, a su juicio, han caracterizado este proceso.
1. El modelo preventivo y predictivo
El primer momento se remonta a las discusiones iniciales con la entonces ministra Carolina Corcho, donde se le hizo ver al Gobierno que muchas de sus propuestas centrales ya estaban consagradas en la legislación vigente. Conceptos como el "modelo preventivo predictivo" y la "atención primaria" no son novedosos, sino que se encuentran ya establecidos en leyes como la Ley 1438 de 2011, que reformó el Sistema General de Seguridad Social en Salud, la Ley Estatutaria de Salud, y el Decreto 780 de 2016, que compila las normas del sector salud.
"Lo que ella pretendía hacer ya estaba en la normatividad, porque hablaron de modelo preventivo predictivo y hablaron de la atención primaria. Está la 1438, está la Ley Estatutaria, está el decreto 780 y una serie de normatividades ya aprobadas en el Congreso de la República que necesitaban y querían ser reglamentadas para lograr cumplir con la propuesta, con la promesa de cambio", explicó la senadora. Este punto es crucial, ya que sugiere que el problema no es la falta de marco legal para ciertas iniciativas, sino quizás la voluntad o la capacidad de reglamentarlas e implementarlas eficazmente. Sin embargo, la promesa de campaña de la eliminación de las EPS y la gestión del riesgo financiero se mantuvo como una bandera sólida, que no estaba cubierta por la normativa actual.
2. La primera reforma archivada
El segundo momento lo marcó la llegada de la primera propuesta de reforma a la salud, un proyecto que, según la senadora, presentaba "serias debilidades de forma y de fondo". Estas deficiencias, a su juicio, habrían provocado un colapso aún mayor en la prestación de los servicios de salud, generando una incertidumbre insostenible para los usuarios. A pesar de las propuestas técnicas presentadas desde diversos sectores, la entonces ministra Corcho no las adoptó, lo que finalmente llevó al archivo de esa reforma.
"Una reforma con serias debilidades de forma y de fondo, que colapsaban aún más la prestación del servicio, por lo cual esa reforma fue archivada al no querer la doctora Carolina Corcho adoptar propuestas que se presentaron desde lo técnico, no desde lo político, donde se le colocaba de precedente que no podíamos dejar al paciente, al usuario del Servicio de Salud, ante una incertidumbre como la que planteaba su documento", detalló la senadora.
3. La nueva versión de la reforma
El tercer momento, y el más reciente, es la aparición de la nueva versión de la reforma a la salud, coexistiendo con el controvertido decreto 0858. Contrario a lo que ha sugerido el ministro Armando Benedetti, quien ha afirmado que el decreto nada tiene que ver con la reforma en trámite, la senadora Hurtado disiente enfáticamente.
La preocupación central que une tanto al decreto como a la propuesta de ley de reforma es la financiación del modelo. La senadora Hurtado recalcó que el artículo 2.1.3 del decreto establece que el modelo se financiará "a cargo de los recursos del aseguramiento en salud" y que su implementación progresiva estará "sujeta a las disponibilidades de un marco fiscal de mediano plazo".
La falta de una fuente de financiación clara y sostenible para las ambiciosas transformaciones propuestas es, para muchos expertos y congresistas, el principal talón de Aquiles de la reforma. Por ello, la senadora anunció un debate crucial con el ministro de Hacienda, programado para el próximo miércoles, donde se espera obtener respuestas definitivas sobre el costo real de la reforma y sus fuentes de financiamiento.