El representante de los profesores ante el Consejo Superior Universitario (CSU) de la Universidad Nacional, Diego Torres, pidió a la Rectoría activar de manera inmediata protocolos de protección para integrantes de la comunidad académica que, según comunicaciones recientes, habrían recibido amenazas relacionadas con el proceso de designación rectoral.
En una carta dirigida al rector encargado, Andrés Felipe Mora, Torres expresó preocupación por los reportes de intimidaciones que, según él, han surgido desde el nombramiento del actual rector encargado. Señaló que estas situaciones involucran especialmente al profesor José Ismael Peña y a su familia, quienes habrían manifestado recibir mensajes que consideran amenazas. El representante advirtió que estos hechos afectan la vida, la integridad y la libertad de expresión de personas que han participado o expresado su posición en la coyuntura universitaria.
Torres sostuvo que permitir que la participación en los espacios institucionales se convierta en un factor de riesgo contraviene el ambiente de respeto y debate que debe caracterizar a la Universidad Nacional de Colombia. Por esa razón, pidió a la Rectoría emprender acciones inmediatas encaminadas a esclarecer y atender los casos reportados.
Entre las medidas solicitadas se encuentran una evaluación exhaustiva del riesgo para los miembros de la comunidad que afirman haber recibido amenazas, así como la implementación de mecanismos de protección institucional e interinstitucional, en articulación con entidades como la Unidad Nacional de Protección y la Fiscalía General de la Nación.
El representante también pidió iniciar investigaciones internas para establecer si los hechos provienen desde dentro de la comunidad universitaria, además de tramitar las denuncias ante las autoridades competentes. Finalmente, solicitó a la Rectoría emitir una declaración pública rechazando cualquier forma de intimidación o violencia en el marco de la vida universitaria.
Torres concluyó que la protección de las personas que han reportado intimidaciones es necesaria para preservar un ambiente de diálogo y autonomía dentro de la institución, y llamó a la administración universitaria a responder con diligencia frente a esta situación.