Aunque parece una práctica útil, algunos especialistas señalan que muchas veces las personas cometen errores al momento de orinar que pueden causar desajustes en el funcionamiento natural de los músculos pélvicos.
La uróloga Cristina Barrera señala que: “Esta práctica común entre quienes optan por "ir al baño antes de salir", incluso sin sentir una necesidad urgente, puede interferir con el funcionamiento normal de la vejiga y alterar su ritmo natural”.
Esta práctica es muy conocida, porque muchas personas suelen ir al baño sin tener ganas, desconociendo de los riegos, pues se debe cuidar el control y la salud.
“Si no sientes ganas, no es el momento. Aceptar el deseo miccional es cuidar tu control y tu salud”, indicó la uróloga.
¿Por qué no se recomienda orinar sin tener ganas reales?
Según expertos, vaciar la vejiga sin tener una necesidad real de orinar una práctica común en personas que lo hacen "por si acaso", antes de salir de casa o emprender un viaje puede parecer inofensiva, pero a largo plazo podría tener efectos negativos en el funcionamiento natural del sistema urinario.
- Alteración del reflejo miccional: la vejiga funciona con base en un reflejo que se activa cuando está suficientemente llena. Si se orina repetidamente sin que haya una necesidad real, este reflejo puede volverse menos sensible, haciendo que el cuerpo pierda la capacidad de reconocer cuándo realmente necesita vaciarse.
- Disminución de la capacidad de la vejiga: orinar de manera anticipada puede llevar a que la vejiga se acostumbre a trabajar con volúmenes más bajos, lo que reduce su capacidad y provoca una necesidad más frecuente de ir al baño, incluso con cantidades pequeñas de orina.
- Aumento de la frecuencia urinaria: a largo plazo, esta práctica puede desencadenar lo que se conoce como “vejiga hiperactiva”, una condición caracterizada por la necesidad urgente y frecuente de orinar, incluso durante la noche (nicturia).