Karine Betancourt Giraldo, directora del programa departamental de tuberculosis en Santander, ofreció una visión crítica sobre la situación actual de la tuberculosis en la región y las acciones que se están tomando para abordar este problema de salud pública.
Con más de 900 casos notificados a finales de septiembre, Santander se enfrenta a un aumento preocupante de esta enfermedad. La doctora Betancur Giraldo señaló que el departamento ocupa actualmente el quinto lugar en el ámbito nacional en términos de carga de la enfermedad.
En respuesta a este desafío, la Secretaría de Educación Departamental y la Secretaría de Salud Departamental han implementado una serie de actividades. Esto incluye un enfoque comunitario, donde se han fortalecido las labores de un equipo comunitario compuesto por gestores y auxiliares de enfermería. Este equipo realiza jornadas de sensibilización, educación y búsqueda de sintomáticos respiratorios.
Además, se están desarrollando capacidades en el personal de las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) en todos los municipios del departamento. En este contexto, el próximo 6 de noviembre se llevará a cabo la apertura de un curso dirigido por el doctor Pepe Caminero, miembro y asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este curso estará dirigido tanto a especialistas como a médicos generales y enfermeras, y se enfocará en el diagnóstico y el tratamiento de la tuberculosis.
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La pregunta clave sobre por qué latuberculosis ha vuelto a ser un tema relevante se responde con la falta de información y conocimiento. La enfermedad nunca desapareció por completo, y su resurgimiento se debe en gran parte a la falta de esfuerzos continuos para controlarla. Para erradicar la tuberculosis, se requiere identificar casos, garantizar diagnósticos oportunos, proporcionar tratamientos adecuados y detener la cadena de transmisión.
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Finalmente, la Coordinadora del Programa de Tuberculosis y Hansen de la Secretaría de Salud de Santander ofreció recomendaciones para los hogares, enfatizando la importancia de estar atentos a los signos y síntomas de la enfermedad, así como mantener espacios de trabajo y vivienda ventilados, iluminados y saludables para prevenir su propagación.
Cabe recordar que los síntomas de alerta para detectar a tiempo esta enfermedad son tos intensa que dura 3 semanas o más, dolor en el pecho, tos con sangre, debilidad, pérdida de peso, falta de apetito, escalofríos y fiebre.
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