Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

Mujer que asesinó a su exesposo de un ladrillazo no va a la cárcel; pagará fianza y se irá a casa

El caso genera gran controversia en Argentina. La víctima, identificada como Gonzalo Martínez, tenía 25 años.

Gabriela Núñez y Gonzalo Martínez
Gabriela Núñez y Gonzalo Martínez
Fotos: suministradas

El caso de una mujer que asesinó a su exesposo de un ladrillazo genera una creciente polémica en Argentina, luego de que un tribunal de impugnación decidiera otorgarle la libertad a la procesada.

El caso tuvo lugar a principios de octubre en la localidad de Picotos, en la provincia argentina de San Juan.

La homicida, identificada como Gabriela Núñez, de 28 años, le arrojó un ladrillo en la cabeza a su exesposo, Gonzalo Martínez, de 25 años, quien tenía una medida judicial de alejamiento, que supuestamente transgredía para acosar a su familia.

Publicidad


La pareja, de acuerdo con el expediente, tenía en común dos hijos.

Según trascendió, Martínez intentó tomar represalias cuando supo que Gabriela Núñez había iniciado una nueva relación sentimental.

Publicidad

El detonante del acto criminal surgió cuando el hombre intentó ingresar a la casa de su expareja cuando ella estaba durmiendo y atacó al nuevo compañero sentimental de la mujer, para después intentar llevarse a sus hijos.

En el momento en que el hombre intentaba huir con los pequeños en un taxi, la mujer le lanzó un ladrillo que impactó en la nuca de Martínez. El impacto le produjo una hemorragia cerebral interna, causándole la muerte casi de inmediato.

Gabriela Núñez, por orden judicial, obtuvo la libertad y tendrá que pagar una multa de 100.000 pesos argentinos, una suma equivalente a cerca de 3.8 millones de pesos colombianos.

Según la familia de Gonzalo Martínez, ya en una oportunidad la mujer lo había atacado asestándole un duro golpe en la cabeza con unas tenazas.

  • Publicidad