Según fuentes oficiales, las acciones recientes involucraron la interceptación de lanchas rápidas que presuntamente transportaban cargamentos de droga con destino al territorio estadounidense.
Durante su intervención en la Asamblea General de la ONU, Trump fue enfático al señalar que su gobierno no tolerará actividades del narcotráfico en el hemisferio occidental, especialmente las que amenacen la seguridad de Estados Unidos. "A todo matón terrorista que esté traficando drogas venenosas hacia los Estados Unidos de América: téngase por avisado, lo haremos saltar por los aires", declaró el mandatario con tono desafiante.
La amenaza directa ha sido interpretada como un mensaje no solo hacia los carteles de la droga que operan en la región, sino también hacia gobiernos que, según Washington, colaboran o permiten el tráfico de estupefacientes, como es el caso de Venezuela. Las tensiones entre la administración Trump y el régimen de Nicolás Maduro se han intensificado en los últimos días, especialmente tras la publicación de una carta enviada por el presidente venezolano al mandatario estadounidense.
En la misiva, Maduro pedía el levantamiento de sanciones y proponía una reapertura del diálogo bilateral. Sin embargo, Trump descartó rápidamente cualquier posibilidad de acercamiento y calificó la carta como “una farsa” y “una colección de mentiras”. “Estaba llena de mentiras”, afirmó el mandatario estadounidense en una breve declaración a la prensa posterior a su discurso en la ONU.
Las relaciones entre Caracas y Washington han sido hostiles durante más de una década, pero se deterioraron aún más cuando Estados Unidos reconoció en 2019 al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino. Desde entonces, el gobierno de Trump ha impulsado una política de “máxima presión” contra el régimen chavista, implementando sanciones económicas y promoviendo acciones internacionales para aislar a Maduro.
En paralelo, el gobierno estadounidense ha reforzado sus operaciones antidrogas en el Caribe y América Central, argumentando que el narcotráfico no solo alimenta la violencia en la región, sino que representa una amenaza directa a la salud pública estadounidense, agravada por la epidemia de opioides y otras drogas sintéticas.
El mensaje de Trump en la ONU parece confirmar que Estados Unidos continuará aplicando una política de fuerza en la región. Mientras tanto, las autoridades venezolanas han guardado silencio sobre las declaraciones del presidente estadounidense, aunque se espera una respuesta oficial en las próximas horas.