Recibo en mis redes sociales constantes consultas espirituales que expresan alguna dificultad de salud mental. Por eso no me extrañó que la encuesta de MinSalud del 2023 indagando sobre este tema, revelara que el 66,3 % de los colombianos manifestó haber enfrentado algún problema de salud mental. Lo cual nos hace saber que cada vez somos más conscientes de la importancia del bienestar psicológico, emocional y social. En mi generación ir al psicólogo era mal visto y casi que significaba estar loco, afortunadamente para los jóvenes de hoy forma parte de las atenciones y ayudas que deben recibir para su desarrollo integral.
Este tipo de atención también pasa por la tecnología. Ayer leía una nota de Juan Ríos acerca de cómo los jóvenes, entre los 16 y los 30 años, usan la Inteligencia artificial para acceder a los servicios de psicología y terapia digital, estableciendo un diálogo con bots como si tuvieran a un psicólogo al frente. Es decir, a través de un robot se les acompaña y se les ayuda a gestionar sus emociones a estos pacientes. Es una experiencia que está en construcción y seguro todavía tiene muchas deficiencias que deben ser trabajadas, ya que siempre hay unas particularidades en cada persona que consulta.
Sin embargo, creo que es una respuesta interesante ante las necesidades que se tienen y la falta de profesionales que puedan prestar este servicio. En Colombia, por ejemplo, hay 11 psicólogos por cada 100.000 habitantes, mientras que en Argentina hay 200. Es decir, se requieren más profesionales de esta ciencia, para el cuidado emocional de las personas.
Lo importante es la conciencia de trabajar y atender la salud mental y, a la vez, buscar ayuda idónea; entendiendo que la que presta la inteligencia artificial sólo puede resultar útil para ciertas personas en momentos determinados, porque considero que el encuentro humano todavía hoy no es remplazable.
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