
Reflexión de Linero: "La memoria no es un archivo estático, es un relato en construcción"
Aunque este mecanismo puede ser útil para nuestra estabilidad emocional, también implica una gran responsabilidad.

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
En estos días, en el texto que acabo de escribir y que presentaré en la Feria del Libro de Bogotá en mayo, hice un breve perfil de mi abuela y su influencia en mi vida. Cuando Alcy lo leyó, me preguntó si mi abuela era realmente así como la describía. Después de meditarlo un rato, le respondí: “La verdad, no sé si ella era exactamente así como la recuerdo. Lo que sí sé es que recordarla de esa manera me hace mucho bien.”
Y sí, creo que eso nos pasa a todos. Tendemos a reinterpretar lo vivido, recordando los hechos de la forma que menos nos lastime o que mejor encaje con la imagen que hoy tenemos de nosotros mismos. No es un acto consciente en muchos casos, sino una estrategia natural de nuestra mente para encontrar sentido y protección en el presente.
Publicidad
Aunque este mecanismo puede ser útil para nuestra estabilidad emocional, también implica una gran responsabilidad. No podemos permitir que la necesidad de sentirnos bien nos lleve a falsear la historia ni a construir un relato que solo nos favorezca. La memoria selectiva no debería convertirse en un escape de la realidad, sino en una herramienta para resignificar lo vivido sin caer en la distorsión. Recordar con intención no significa mentirnos a nosotros mismos, sino comprender que el pasado no es solo lo que sucedió, sino también lo que decidimos hacer con ello. No podemos caer en la tentación de inventarnos la historia e irresponsablemente crear situaciones que nunca pasaron.
Por eso, elegir qué recordar debe partir siempre de la verdad. No podemos manipular los hechos a conveniencia ni omitir lo que nos incomoda solo para mantener una imagen idealizada de nosotros mismos. Cada vez que evocamos el pasado, estamos reelaborando nuestra propia historia, pero debemos hacerlo con honestidad y consciencia. La memoria no es un archivo estático, es un relato en construcción, y depende de nosotros si lo edificamos sobre la verdad o sobre una ilusión.
De todas formas, recordar es un acto de amor y de identidad. No se trata de aferrarnos a un pasado rígido ni de verlo con nostalgia exagerada, sino de permitirnos darle un sentido que nos ayude a vivir mejor el presente. Nuestra memoria no es un simple reflejo de lo que fue, sino un puente entre lo que hemos vivido y lo que somos hoy.
Publicidad