En el Bajo Cauca antioqueño continúan las consecuencias humanitarias de los enfrentamientos entre el ELN y el Clan del Golfo. Esta semana, 139 familias desplazadas y confinadas en Tarazá y El Bagre recibieron más de seis toneladas de ayuda básica para sortear la situación, mientras pueden regresar sus casas.
En el municipio de Tarazá, 62 familias que huyeron de las veredas Doradas Altas y Tahamí a finales de septiembre, y que hoy están albergadas en la zona urbana, recibieron alimentos y kits de aseo.
Según, Maribel de la Valvanera López Zuluaga, directora de la Unidad para las Víctimas en Antioquia, otros 50 hogares que permanecen confinados en esas mismas zonas rurales también fueron atendidos.
"Nosotros, ahí como Unidad de Víctimas llegamos con nuestra ayuda humanitaria para acompañarlos y que puedan tener una subsistencia mínima mientras se superan estas condiciones", manifestó López.
La situación no es distinta en el municipio de El Bagre, en donde hasta el resguardo Los Almendros llegó apoyo humanitario para 27 familias que salieron de las veredas Sentada de Villa y Arenas Blancas, en medio de las disputas entre grupos armados ilegales.
Según reportes oficiales de las autoridades departamentales, solo este año más de 4.000 familias han sido afectadas por desplazamientos y confinamientos en Antioquia, en al menos 30 emergencias masivas derivadas del conflicto armado.