Tres meses fuera de sus casas acumulan 135 desplazados en Tarazá, Antioquia
La ausencia de desminado humanitario por parte del Gobierno nacional impide el retorno seguro a sus territorios.
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Un total de 135 personas víctimas de desplazamiento forzado en Tarazá, Antioquia, llevan tres meses sin poder regresar a sus hogares. La ausencia de desminado humanitario impide el retorno seguro a sus territorios.
Ante la inminente gravedad de que explotaran algunas de las minas antipersona instaladas cerca a las viviendas de distintas familias en el municipio de Tarazá, Antioquia, 135 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares, estos artefactos fueron plantados a raíz de los fuertes choques entre el ELN y el Clan del Golfo que se han presentado en esta zona.
Las familias desplazadas proceden de las veredas Tahamí, Doradas Altas y Tesorito. Durante cerca de 2 meses se albergaron en el coliseo municipal de Tarazá, sin embargo, ante la falta de una solución definitiva, los desplazados optaron por autoalbergarse en viviendas de familiares o conocidos dentro del mismo municipio.
Luis Carlos Martínez, presidente de la junta de acción comunal de la vereda Tahamí, explicó que, "tras múltiples solicitudes al Gobierno Nacional para realizar desminado humanitario y no recibir respuestas, la comunidad tomó la decisión de abandonar el albergue y buscar refugio por sus propios medios en otros sectores".
El desplazamiento forzado continúa como uno de los principales flagelos que afecta a Antioquia y al país. De acuerdo con el más reciente boletín de la Defensoría del Pueblo, entre el 1.° de enero y el 30 de octubre de 2025, Antioquia registró 5.171 personas afectadas por eventos de desplazamiento forzado masivo, y el panorama nacional indica que más de 200.000 personas resultaron afectadas por desplazamiento forzado y confinamiento.