Un sinsabor para las víctimas y las organizaciones que las representa jurídicamente sigue quedando en medio de la audiencia del Subcaso Antioquia del caso 03 ante la Jurisdicción Especial para la Paz, cuya segunda parte se está llevando a cabo en Medellín tras tres días de la diligencia en el municipio de Granada, Oriente de Antioquia.
En la última jornada se conoció el testimonio de Marino Ospina Durán, quien contó que, a los cuatro días de haber sido expedida su cédula, se presentó al batallón Voltígeros en Urabá.
Dijo que su hermano Luis Armando también prestó servicio militar y se convirtió en soldado profesional, pero este último fue retenido en el Parque San Antonio de Medellín y asesinado detrás del Batallón Pedro Nel Ospina en Bello.
“Si no lo hubieran matado, estaríamos reunidos en esta época de Navidad, en Turbo”, dijo.
"La palabra mayor es muy grande pa' ese señor, ¿a dónde está ese señor? ¿A dónde está el señor que me venga y me diga que el fue el que autorizó a Heriberto a que recogiera a mi hermano en el parque de San Antonio? Se están tapando, ustedes están se están liberando, a mí me importa el carajo que ustedes, lo que ustedes, lo que hagan con ustedes, pero vuelvo y le digo, yo lo que quiero saber es qué pasó con mi hermano, por qué lo mataron detrás del Pedro Nel Ospina", exigió la víctima.
Por su parte, la Fundación Forjando Futuros reiteró la necesidad de un esclarecimiento pleno, detallado y verificable por parte de los comparecientes, y advirtió que la verdad entregada hasta ahora sigue siendo fragmentaria, especialmente, frente a los hechos de tortura.
Para la organización, las explicaciones de los comparecientes evitan explicar quiénes actuaron, dieron las órdenes y cómo operaron las estructuras que hicieron posibles estos crímenes. Así lo dijo durante su intervención Jahson Andrey Taborda Casas, coordinador jurídico de esta entidad, que representa a varias víctimas.
"Se le ha huido a la obligación de entregar verdad, y a reto grande que todavía tiene la jurisdicción para entregarle satisfacción a las víctimas. Esta preocupación no surge de un hecho aislado, sino de una constante que se ha venido reiterando en distintos aportes de los comparecientes, quienes tienden a asumir su responsabilidad exclusivamente desde la omisión, desde el no hacer, del de no conocí, del de era un inexperto, del desde me obligaron", argumentó Taborda.
Durante la diligencia intervino la víctima Suraime Marcela Rueda, esposa de José Isaías Moreno, asesinado el 26 de marzo de 2006 junto a su amigo Mauricio Parra Correa, crímenes atribuidos a exintegrantes del Batallón de Ingenieros N.º 4 ‘Pedro Nel Ospina’.
Rueda exigió a los comparecientes una verdad plena y sincera, reclamando que las víctimas no sigan siendo tratadas como cifras sin humanidad, y pidió además el esclarecimiento de otros hechos como torturas. Al referirse a Iván Mauricio Ochoa y William Darley García, cuestionó sus justificaciones y señaló que actuaron buscando reconocimiento y ascensos, a costa de la vida de sus seres queridos.
Tras esta intervención, la magistrada relatora del caso, Catalina Díaz, se refirió a lo que se ha identificado en el modus operandi de las unidades militares para esa época.
"Yo creo que hoy la sociedad colombiana no puede negar que, así como su esposo, en Antioquia por lo menos 1.600 personas fueron asesinadas ligada a una política de la Cuarta Brigada del Ejército. Estamos investigando si esa política venía de más arriba", destacó.
Finalmente, el abogado de Forjando Futuros cuestionó que los comparecientes tiendan a asumir su responsabilidad únicamente desde la omisión, negando la existencia de órdenes o decisiones, pese a reconocer que los hechos ocurrieron.
Se espera que en las primeras horas de este miércoles el presidente de la JEP, Alejandro Ramelli, junto con la magistrada Díaz den detalles de cómo avanza esta diligencia contra máximos responsables de la Cuarta Brigada en la capital antioqueña.