
A las comunidades del sur del Atlántico y del norte de Bolívar de nuevo las invade el temor por la posibilidad de que se repitan las inundaciones en esta zona, teniendo en cuenta el incremento que han tenido los niveles del río Magdalena y, en especial, del Canal del Dique, donde, inclusive, el Ideam mantiene activa la alerta naranja.
Este miércoles, el sensor de la Estación San Pedrito, ubicada en el sur del Atlántico, midió los niveles del río en 6.93 metros, pero un poco más arriba está la Estación Calamar, en el norte de Bolívar y allí el nivel se ubicó en 7.42 metros el martes.
Luis Torrenegra, campesino del municipio de Manatí, Atlántico, afirma que la amenaza de un eventual desbordamiento del río los mantiene desvelados, más cuando aún falta una segunda temporada de lluvias y los gobiernos, según su denuncia, no han tomado las medidas necesarias.
"Realmente en estos momentos estamos muy, pero muy estresados, no dormimos, estamos orando porque faltarían uno o dos meses para la nueva temporada de lluvia y el gran problema ha sido que no nos han prestado la debida atención, no se le ha prestado atención a unos puntos de mitigación y prevención para evitar una nueva tragedia", dice Torrenegra.
El Megaproyecto del Canal del Dique busca, entre otras, acabar con este riesgo de inundaciones, pero sigue frenado por parte del Gobierno que argumentó falta de recursos para llevarlo a cabo. Esta decisión también es cuestionada por la comunidad, que reclama atención inmediata.
"Tienen que dejar que hagan las obras de intervención cuanto antes. No podemos dilatar un proceso. ¿O es que acaso quieren que nos inundemos? ¿O es que la inundación para ellos es un negocio?, porque ahora no hacen nada, pero después declaran la urgencia manifiesta y ahí sí hay dinero para derrochar en temas de contratación. Entonces, nosotros pedimos una seriedad por parte del Gobierno Nacional", expresa Uriel Ávila, líder de la zona.
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Por los niveles altos en el Canal del Dique, el Ideam recomienda “especial atención en los municipios de Manatí y Repelón, en Atlántico; así como en Pasacaballos, Arjona, Mahates, San Cristóbal, Soplaviento, Arroyohondo, Calamar y María La Baja, en Bolívar”.