Habla familia de menor que perdió la vida en un jardín de La Calera: "Un sándwich"
Los padres aseguran que el pequeño Liam Gael fue entregado “en perfectas condiciones” al centro Arkids de La Calera. Autoridades confirmaron que el establecimiento no tenía registro ni permisos para funcionar.
Habla familia de menor que perdió la vida en un jardín de La Calera: "Un sándwich"
La historia de Mildret Narváez y Michael Rodríguez, una joven pareja de La Calera (Cundinamarca), era la de muchos padres, trabajar duro para darle a su hijo, Liam Gael, un futuro mejor. Con esa ilusión, confiaron el cuidado del bebé, nacido en 2024, al centro Arkids, un supuesto jardín infantil ubicado a pocos metros de su vivienda.
Pagaban una mensualidad de 400.000 pesos por su atención. Sin embargo, el 29 de septiembre de 2025 llegó la tragedia. Según contó Mildret a Séptimo Día de Caracol Televisión, su hijo de 11 meses era “supersaludable” y esa mañana lo entregó “completamente limpio y sanito”. Relató que solo había comido la mitad de un sándwich antes de salir de casa.
A las 10:10 de la mañana, según narró, recibió una llamada que cambió su vida. “Mamita, es que la profesora Julie se tuvo que ir con Liam al centro de salud porque broncoaspiró y se nos puso morado”, le dijo una de las docentes.
Habla familia de menor que perdió la vida en un jardín de La Calera: "Un sándwich"
Foto: Séptimo Día
El menor fue ingresado al Centro de Salud de La Calera minutos antes, hacia las 10:05 a.m. Según el doctor Mario Posada, el bebé llegó “sin signos vitales, sin frecuencia cardíaca y sin respiración”. Aunque el personal médico realizó maniobras de reanimación, Liam no resistió.
“Tienes que ser fuerte, porque el niño no resistió”, le dijo la doctora a la madre tras confirmar el fallecimiento.
Durante la atención, los médicos hallaron “secreciones en la vía aérea cuando se realizaba el proceso de reanimación”, cuyo origen solo podrá establecerse con la autopsia, de acuerdo con los reportes médicos.
La abuela materna del niño, Dayana Narváez, auxiliar de enfermería y residente a menos de 50 metros del centro, cuestionó por qué no fue llamada para auxiliar al menor.
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Mildret también puso en duda la versión de las docentes, quienes aseguraron que el niño “broncoaspiró por comer mucho”. “Revisé su lonchera y todo estaba igual, no había comido nada”, afirmó la madre entre lágrimas.
Pocos días después, la familia descubrió que el centro Arkids no contaba con ningún tipo de registro ni autorización oficial. Tanto la Secretaría de Educación de Cundinamarca como la de La Calera confirmaron que el establecimiento “no estaba legalmente constituido” y que el municipio “no tiene competencia para su aprobación ni vigilancia”.
Mientras los abogados de las docentes Jessica Peña y Erika Juliana Garzón insisten en que el menor “no consumió alimentos bajo su cuidado”, la investigación continúa en manos de la Fiscalía General de la Nación.
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“Es muy duro todo esto que estamos viviendo. Hay muchos sentimientos de tristeza, de nostalgia, de querer gritar y preguntar: ¿por qué pasó esto? ¿Por qué le pasó a mi bebé?”, expresó Mildret, en medio del dolor.