Aprueban plata para terminar, por fin, el hospital de San Gil en Santander
La obra ha tenido años de retrasos y se han presentado un sinnúmero de irregularidades. La comunidad clama una pronta solución.
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Después de varios años marcados por irregularidades, sobrecostos, suspensiones y retrasos, el proyecto del Hospital Regional de San Gil podría al fin terminarse. La Gobernación de Santander anunció que el Consejo Nacional de Política Económica y Social, Conpes, aprobó la financiación para su fase final por $50.191 millones, recursos que serán aportados por el Ministerio de Salud en las vigencias de 2026 y 2027.
La aprobación llega tras una compleja trayectoria que inició con la promesa de modernizar la infraestructura sanitaria de la provincia Guanentá, pero que derivó en uno de los proyectos más demorados y controversiales del departamento.
Desde sus primeras etapas, el hospital estuvo rodeado de inconsistencias. En mayo de 2020, la Contraloría General de Santander identificó hallazgos fiscales, penales y disciplinarios por más de $120 millones en el contrato de consultoría para los estudios y diseños. Los errores en los estudios de suelo y en los diseños estructurales dispararon el presupuesto inicial: pasó de $23.000 millones a $48.000 millones, un incremento superior al 100 %.
A estas irregularidades se sumó la suspensión total de la obra en noviembre de 2019, debido a problemas en el terreno que comprometían su viabilidad. Durante 2020, el proyecto permaneció paralizado mientras se realizaban nuevos estudios, profundizando la incertidumbre en las comunidades de San Gil y municipios vecinos.
El estancamiento prolongado llevó a que en julio de 2021 la Procuraduría General de la Nación interviniera, impulsada por las quejas ciudadanas ante la falta de avances. La entidad verificó atrasos significativos relacionados con fallas en la cimentación y con pagos pendientes a los contratistas.
Aunque las obras se reanudaron en diciembre de 2020, el progreso siguió siendo lento. Solo hasta el 13 de agosto de 2023 se entregó la primera fase, consistente en la estructura en obra gris: dos pisos, cuatro bloques, cubiertas, muros, tanque de agua y conexión al alcantarillado municipal.
Los problemas financieros también marcaron el camino. La segunda fase del proyecto, correspondiente a acabados y obras exteriores, pasó de un estimado inicial de $25.000 millones a $36.000 millones, impulsado por el aumento del costo de los materiales. En febrero de 2024, el Ministerio de Salud aseguró $45.000 millones, lo que dio un respiro, pero aún no garantizaba la culminación total.
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Mientras tanto, la comunidad seguía esperando un hospital que promete servicios esenciales como consulta externa, urgencias, cirugía, laboratorio, sala de partos y hospitalización, y que beneficiará directamente a más de 46.000 habitantes y, de forma ampliada, a más de 168.000 personas de la provincia Guanentá.
La reciente aprobación del Conpes representa, según las autoridades, el paso definitivo para cerrar un capítulo lleno de tropiezos. El proyecto fue viabilizado y priorizado por el Consejo Departamental de Seguridad Social en Salud, y hace parte de los proyectos estratégicos del Plan de Desarrollo Departamental.
El gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus, celebró la noticia en su cuenta de X: “Conpes aprueba la terminación del Hospital Regional de San Gil. La culminación de la infraestructura quedó respaldada tras la gestión técnica realizada por la Gobernación y el Consejo Departamental de Seguridad Social en Salud. Esta decisión garantiza mejores servicios especializados para más de 168.000 habitantes de la provincia Guanentá y asegura recursos para finalizar la obra entre 2026 y 2027. Gestión que fortalece la salud y la calidad de vida de nuestra gente.”
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Se espera que las obras en el Hospital Regional de San Gil por fin finalicen y que pueda ponerse en funcionamiento en el menor tiempo posible.