La emergencia vial que mantiene bloqueada la Transversal del Carare, en el sur de Santander, tiene en jaque a una de las tradiciones más emblemáticas del departamento: la producción del bocadillo veleño.
Desde que la vía colapsó hace más de dos semanas, los fabricantes no han podido transportar sus productos ni recibir materia prima, lo que ha generado pérdidas millonarias y sobrecostos logísticos que amenazan la supervivencia del sector.
Según Paola Pineda, representante del gremio de productores, “en las últimas semanas se han dejado de vender cerca de 240 toneladas de bocadillo”, lo que ha afectado directamente a las 60 fábricas registradas en Vélez.
La situación es crítica, pues la guayaba -principal insumo- tampoco ha podido llegar a los centros de producción por los cierres en el corredor que conecta a Vélez con Barbosa.
“Durante la primera semana no se despachó ni un solo bocadillo. Todo se acumuló, y ahora, para poder enviar los pedidos, los costos se dispararon. Dependiendo del destino, hemos tenido que asumir sobrecostos entre el 10% y el 50%”, explicó una de las productoras afectadas.
Además del impacto en el sector agroindustrial, el turismo en municipios como Vélez también ha sufrido una fuerte caída debido a la incomunicación vial.
Los productores y empresarios de la región están pidiendo con urgencia al Gobierno Nacional y al Invías que prioricen la reconstrucción o el trazado de una nueva carretera que permita restablecer el tránsito por la Transversal del Carare.