Una jornada caótica y llena de giros inesperados se vivió en la noche de este jueves en la Registraduría de Bucaramanga.
Lo que empezó como la inscripción de un nuevo candidato a la Alcaldía terminó en un verdadero “papelón” político protagonizado por el exalcalde Jaime Andrés Beltrán y su equipo de campaña.
Luego de que Cristian Portilla -exsecretario privado de Beltrán- anunciara su renuncia a la candidatura alegando motivos personales, el movimiento político del exmandatario llegó a la Registraduría para inscribir al exconcejal Arturo Zambrano, supuestamente avalado por el partido Cambio Radical. Sin embargo, el intento fracasó estrepitosamente.
Minutos después, Cambio Radical emitió un comunicado negando haber otorgado dicho aval y reiterando que su respaldo seguía en firme con la candidatura de Portilla. La decisión del partido generó desconcierto en el equipo de Beltrán, que se mantuvo durante horas en la sede electoral intentando resolver la crisis.
Pasada la medianoche, y tras la imposibilidad de formalizar la inscripción de Zambrano, Beltrán confirmó públicamente que Portilla desistía de su renuncia y continuaría en la contienda por la Alcaldía.
“Lamentablemente el Partido Cambio Radical tomó la decisión de no acompañar la candidatura de Arturo Zambrano hasta el último minuto, como ustedes fueron testigos. Y si creen que con esas artimañas nos van a dejar fuera de la carrera política, se equivocan. Este proyecto sigue y sigue en pie”, dijo Jaime Andrés Beltrán.
El exalcalde añadió que, junto a su equipo político, se tomó la decisión de mantener a Cristian Portilla como candidato de la coalición, agradeciendo a Zambrano por su disposición.
Por su parte, Portilla aseguró que la Registraduría aceptó el desistimiento de su renuncia y confirmó su regreso a la contienda.
“Lo único que quiero decir a la ciudad de Bucaramanga es agradecerle por la confianza y a mi familia por el apoyo. Estamos en pie de lucha. La Registraduría nos ha emitido un concepto favorable del desistimiento de nuestra renuncia”, afirmó el aspirante.
La situación deja a Portilla nuevamente en la carrera electoral, aunque sobre su aspiración persiste el riesgo de una posible inhabilidad, ya que fue funcionario público hasta hace apenas dos meses.
El episodio político coincidió con otro hecho de alto impacto: mientras se desarrollaba esta caótica jornada en la Registraduría, el alcalde encargado de Bucaramanga, Javier Sarmiento, declaró insubsistente al gabinete de la administración anterior, lo que agudiza aún más la crisis política en la capital santandereana.