
Un reciente informe de la Cámara de Comercio de Bucaramanga sobre la supervisión de proyectos de infraestructura en Santander ha revelado preocupantes retrasos, incumplimientos contractuales y falta de planeación en varias obras clave para la región.
Uno de los casos más alarmantes es el de la Concesión Vial de la Mesa de los Santos, donde, tras 20 años de operación, la vía no quedó completamente restaurada. Según el informe, la concesión incumplió compromisos fundamentales, como la pavimentación de 4 km de vías veredales y la repavimentación periódica de la vía principal. Además, problemas de congestión en el peaje y la falta de estabilización de taludes generan serios interrogantes sobre la ejecución del contrato.
Otro proyecto que enfrenta dificultades es la Construcción, Mejoramiento y Mantenimiento del Corredor Barichara - Zapatoca, donde el alcance de la obra se redujo de 52,4 km a 35 km. A pesar de haber superado la inversión programada en $1.265 millones, el avance físico sigue siendo insuficiente, con apenas 5,18 km de pavimentación ejecutados hasta el momento.
El informe también advierte sobre la parálisis del Acueducto Regional del Chicamocha, obra detenida desde febrero de 2024. Su reactivación requiere una adición presupuestal de más de $5.000 millones, ajustes contractuales y la finalización de trámites de servidumbre. La incertidumbre sobre la viabilidad financiera para su operación y mantenimiento sigue siendo una de las principales preocupaciones.
Según el documento, con corte a marzo de 2024, el avance físico de la obra se encuentra apenas en el 54,13 %, a pesar de que el contrato de obra fue adjudicado desde diciembre de 2020 y el de interventoría desde marzo de 2021. Esto representa un incumplimiento evidente respecto a los cronogramas inicialmente pactados.
La vía Curos - Málaga, una de las más críticas del oriente colombiano, es fundamental para la conectividad de más de 100 mil habitantes de los municipios de Málaga, Concepción, San Andrés, Cerrito, entre otros. Su mal estado histórico y los continuos deslizamientos hacen de este corredor un punto neurálgico que, sin una intervención efectiva, seguirá exponiendo a sus usuarios a riesgos permanentes.
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