Un manatí recién nacido fue hallado muerto en la ciénaga El Llanito de Barrancabermeja
Autoridades ambientales y pescadores insisten en la urgencia de recuperar la ciénaga, un ecosistema en riesgo crítico.
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La ciénaga El Llanito, uno de los humedales más importantes de Barrancabermeja, volvió a encender las alarmas ambientales tras el hallazgo de un manatí antillano recién nacido sin vida. Con este caso, ya son 14 los ejemplares muertos en los últimos cinco años, una cifra que preocupa profundamente a autoridades, pescadores y organizaciones ambientales por tratarse de una especie en vía de extinción.
El hallazgo se produjo en un sector que la comunidad había señalado como crítico por la degradación del agua. Minutos después, funcionarios de la Alcaldía y de la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS) llegaron al punto para iniciar la atención de la emergencia y recopilar las primeras muestras ambientales.
El secretario de Ambiente y Transición Energética de Barrancabermeja, Leonardo Granados, advirtió que los riesgos que rodean a la ciénaga son múltiples y están ampliamente documentados.
“Lamentablemente tenemos que decirlo: es la víctima número 14. Hemos identificado riesgos de contaminación por hidrocarburos, aguas residuales, desecación y sedimentación de humedales. Esto es una alarma muy grave porque se trata de una especie en vía de extinción”, explicó.
Granados señaló que, según análisis recientes, la ciénaga ha perdido 300 de sus 1.375 hectáreas, una reducción que evidencia un avanzado proceso de sedimentación y la transformación acelerada del ecosistema. “Esto demuestra el deterioro del cuerpo hídrico y por eso estamos impulsando un acuerdo empresarial para la conservación del medio ambiente y la biodiversidad”, añadió.
La Alcaldía anunció que se realizarán estudios de calidad del agua, sedimentos y macrófitas en varios puntos del humedal, priorizando las zonas donde los pescadores han reportado mayor mortandad.
Estos análisis buscan establecer si existen contaminantes o alteraciones que estén impactando la supervivencia de los manatíes, particularmente de las crías, que son más sensibles a cambios bruscos en el entorno.
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Para las comunidades locales, sin embargo, los anuncios deben venir acompañados de acciones de fondo. Líderes pescadores han insistido en la necesidad de recuperar el flujo natural del agua y tomar decisiones sobre el denominado “dique de verano”, una estructura cuya incidencia en la dinámica hídrica aún debe ser evaluada.
Granados confirmó que se está planteando un estudio hidrobiológico e hidráulico para determinar el comportamiento del sistema hídrico de la ciénaga y establecer un corredor biológico que permita proteger a las especies nativas. “No hemos sido indiferentes. Estamos trabajando articuladamente con la Red de Varamientos y con los pescadores para mitigar el impacto”, afirmó.
El municipio reiteró la invitación a las compañías que operan en la zona a sumarse a un acuerdo ambiental para reducir los impactos derivados de sus procesos productivos.
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“Las empresas que de alguna u otra forma han generado impacto ambiental deben unirse para resolver el problema de manera definitiva”, sostuvo el secretario.