EE. UU. y Argentina dicen no a declaración histórica sobre salud: esto decidió el resto del mundo
Mientras millones de personas luchan cada día contra enfermedades, líderes del mundo tomaron una decisión que puede cambiar el acceso a la salud en los próximos años, pero no todos estuvieron de acuerdo.
Médicos revisando el estado de salud de las personas.
Entre las enfermedades más comunes a nivel mundial se encuentran las cardiovasculares como la hipertensión, seguidas por el cáncer, enfermedades respiratorias y la diabetes.
En casi todas las familias hay una historia parecida, alguien que vive con hipertensión, un familiar con diabetes, un lastimoso diagnóstico de cáncer o una persona que necesita ayuda psicológica y no la encuentra a tiempo. Estas son situaciones cotidianas que, aunque parecen individuales, forman parte de un problema mucho más grande que ahora está en el centro de la agenda mundial.
El pasado lunes, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una declaración política histórica sobre salud, en la que los países se comprometieron a actuar de forma más decidida contra las enfermedades no transmisibles, las cuales son las cardiovasculares, el cáncer, la diabetes o las enfermedades respiratorias y a darle más fuerza a la salud mental. El acuerdo titulado como “Equidad e integración: transformar vidas y medios de subsistencia mediante el liderazgo y las medidas en materia de enfermedades no transmisibles y la promoción de la salud mental y el bienestar”, que establece metas para 2030, fue respaldado por la mayoría de los Estados, aunque Estados Unidos y Argentina votaron en contra.
¿Qué se decidió y por qué es importante?
La declaración, adoptada tras una reunión entre los líderes, reconoce que estas enfermedades causan más de 43 millones de muertes al año en el mundo, muchas de ellas antes de los 70 años, y que cerca de mil millones de personas viven con problemas de salud mental.
Personas esperando atención médica.
Foto: Freepik.
Además, aclara que no se trata solo de un asunto médico, sino también social, económico y ambiental.
Lo que cambió en esta asamblea fue que, por primera vez, la ONU unió ambos temas en un mismo compromiso global y fijó metas concretas para 2030, las cuales son:
150 millones de personas menos consumiendo tabaco.
150 millones con la hipertensión controlada.
150 millones con acceso a servicios de salud mental.
¿Cómo buscan lograrlo?
El acuerdo menciona medidas que impactan la vida diaria de las personas, entre ellas:
Fortalecer la atención primaria en salud, es decir, los centros y hospitales a los que la mayoría acude primero.
Garantizar medicamentos esenciales a precios asequibles.
Promover hábitos saludables como una mejor alimentación y más actividad física.
Reducir factores de riesgo como el consumo de tabaco, alcohol y la contaminación del aire.
También se propone mejorar la prevención del suicidio, enfrentar los efectos negativos del uso excesivo de pantallas y redes sociales, y ampliar la atención psicológica y psiquiátrica en comunidades, no solo en instituciones especializadas.
Personas reclamando medicamentos.
Foto: Defensoría del Pueblo.
¿Qué significa esto para las personas en su día a día?
Para las personas que sufren alguna de las enfermedades mencionadas, el acuerdo busca que sea más fácil prevenirlas, recibir un diagnóstico a tiempo y acceder a tratamientos, sin que ello signifique empobrecerse o quedar excluido del sistema de salud.
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Además, reconoce que las mujeres, las personas mayores, quienes viven en pobreza o con discapacidad, suelen cargar con un impacto mayor y por ello requieren políticas específicas.