Un triste adiós: hijo de Miguel Uribe observa la foto de su padre en el Capitolio Nacional
El pequeño llegó con su madre, María Claudia Tarazona, para despedirse de su padre que perdió la vida luego de luchar más de 60 días en una UCI tras el atentado.
Hijo de Miguel Uribe observa la foto de su padre en el Capitolio Nacional
En medio de la cámara ardiente que se está realizando en el Capitolio Nacional para que los colombianos, amigos y familiares de Miguel Uribe Turbay puedan despedirse tras el magnicidio, se vivió un triste adiós.
En la tarde de este martes, 12 de agosto, llegó el pequeño Alejandro, el hijo del senador y precandidato presidencial, para despedirse de su padre luego de luchar por más de dos meses en la UCI de la Fundación Santa Fe luego del atentado del que fue víctima el 7 de junio.
El menor de 4 años llegó en los brazos de su madre, María Claudia Tarazona, para acercarse al féretro de su padre y darle el último adiós. Allí colocó una rosa blanca sobre el ataúd cubierto con una bandera de Colombia, mientras seguía abrazando a su mamá.
Otra imagen que conmovió a los asistentes en el Congreso fue cuando el niño se quedó observando la foto de su papá, que está al lado del féretro. Esto, mientras su mamá le hablaba y le sostenía una de sus manos, tratando de hacer más llevadera ese momento que quedará marcado en su memoria y que le cambió la vida.
La historia se repite
Vale recordar que, hace 30 años, cuando Miguel Uribe tenía 5 años también tuvo que afrontar la violencia y el asesinato de su madre Diana Turbay luego de permanecer secuestrada. Esas imágenes se repiten y, por eso, María Claudia Tarazona pidió que no haya venganza y el país pueda volver a la paz.
En la noche del 11 de agosto, cuando ella llegó al Capitolio Nacional, pidió justicia por el magnicidio de su esposo, pero también enfatizó que ningún otro niño en el país debería perder a su padre por pensar diferente.
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"Él soñaba con la paz y la unión de Colombia, con un país donde ningún niño repitiera la historia que hoy su hijo está repitiendo. Romper una familia es el acto de violencia más horrible que se pueda cometer jamás", dijo.