El ciclista colombiano
Egan Bernal,
campeón del
Tour de Francia
en 2019, se ha convertido en todo un referente en el
mundo,
no solo por su entrega al deporte sino también por las historias que hay detrás de este joven que nació en Bogotá, pero creció y vivió muchas aventuras en
Zipaquirá.
El actual ciclista del
Ineos Grenadiers
y corredor en el
Giro de Italia,
durante su infancia vendió flores junto a sus familiares en el mismo municipio en el que creció.
De acuerdo a la historia registrada en el libro ‘Colombia es pasión: the generation of racing cyclists who changed their nation and the tour of france’, Flor Gómez narró que su hijo vendía rosas, puerta a puerta, para ayudar a su familia.
Sin embargo, esta no es la única historia que sorprende a sus seguidores, pues
Egan Bernal
llegó a contemplar la posibilidad de abandonar el ciclismo por el periodismo. En 2013 el deportista entró a estudiar comunicación social y periodismo en la
Universidad de la Sabana,
pero no terminó ni el primer semestre.
Además de esta historia, se conoció que el campeón del
Tour de Francia,
llegó a pedir dinero en el 2014 para participar en un mundial de ciclomontañismo en
Noruega.
Pero quizás el dato más curioso de este campeón de ciclismo es el de repetir canciones en su cabeza mientras está pedaleando.
Conozca más detalles de
Egan Bernal
y sus
historias poco conocidas en Pulzo