Consternación en la capital del Tolima después de conocer un caso aterrador en una familia del barrio La Gaviota. Un padre habría contratado a sicarios de Ibagué para que mataran a su hijo, con el fin de poder adquirir una jugosa herencia de 1.000 millones de pesos.
La historia es la siguiente: el pasado 7 de diciembre, de 2021, la víctima llegó a Ibagué para encontrarse con su padre, quien, al parecer, aprovechó la oportunidad para “marcar” a su hijo y que los sicarios no se equivocaran en el operativo.
El objetivo de José Educardo Reina, de 75 años, es que la muerte de su hijo le permitiera adquirir una jugosa herencia que tenía gracias a su madre, de nada más y nada menos que 1.000 millones de pesos; por esta razón, este hombre contactó con Giraldo Robledo y Jorge Leonardo Ángulo, quienes presuntamente fueron los encargados de cometer este homicidio.
Cabe recordar que el hecho se registró en el barrio La Gaviota, de Ibagué, cuando Alexander Reina Hernández, de 50 años, llegó a la ciudad para verse con su padre hasta una residencia que funciona como una sastrería en donde horas después fue asesinado.
La muerte se produjo, según el informe de las autoridades, por una herida en el abdomen. A su vez, este era muy reconocido por ser un comerciante y dueño de una discoteca en el municipio de Rovira, Tolima.
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La investigación de las autoridades sobre este atroz caso
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Después de cinco meses que ocurrieron los hechos, las autoridades lograron la captura de José Educardo Reina Cárdenas, de 75 años, padre de la víctima y a Giraldo Robledo y Jorge Leonardo Saa Ángulo, quienes, al parecer, fueron los encargados de cometer el homicidio.
‘La herencia maldita’, fue el nombre que la Fiscalía General de la Nación le puso a este casos de horror en Ibagué. Los tres están a disposición de las autoridades; en audiencia, el fiscal reveló detalles de la muerte y aseguró que “se había encontrado con su padre para que le entregara unos recibos y así los sicarios lo identificaran con facilidad”.
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“Reina Cárdenas habría contratado a Robledo para que le ayudase a conseguir los sicarios, sirviendo entonces de intermediario para llegar a Saa Ángulo, quien, según los videos de las cámaras de seguridad rastreadas, disparó el arma mientras se desplazaba en una motocicleta de alto cilindraje, la cual era manejada por otra persona aún sin identificar” continuó el relato de la Fiscalía.
A estos presuntos criminales les fueron imputados los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico o porte ilegal de armas de fuego o municiones. Los tres hombres no aceptaron responsabilidad alguna, pero fueron cobijados con medida de aseguramiento intramuros. El conductor de la moto sigue en búsqueda de las autoridades.
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En los registros de la investigación de las autoridades se halló que en 1998, este hombre y su esposa habrían estado involucrados en otro asesinato, al parecer, también por dinero, por el cual purgaron sendas condenas en prisión.
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