No obstante, la medida ha sido criticada por manifestantes, activistas de derechos humanos y expertos, que consideran que la pena de muerte podría inclinar a los violadores a matar a sus víctimas para eliminar las pruebas de violación.
Bangladesh aprobó este lunes una enmienda que convierte la pena de muerte en el castigo máximo para los violadores en el país.
El gabinete ministerial otorgó su aprobación final este lunes para enmendar la Ley de Prevención de la Represión de Mujeres y Niños de 2000. La primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, presidió la reunión del Consejo Ministerial para aprobar la enmienda a través de una videoconferencia.
El secretario de Consejo Ministerial, Khandker Anwarul Islam, confirmó la medida ante la prensa después de la reunión con la primera ministra.
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La decisión se produjo en el séptimo día de protestas en curso que estallaron en todo el país debido a una reciente ola de casos de violación en la nación surasiática.
Sin embargo, la medida ha sido criticada por manifestantes, activistas de derechos humanosy expertos.
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Uno de los más críticos de la nueva disposición legal ha sido Ragib Naim, secretario general de la Unión Chhatra de la Universidad de Daca, un partido estudiantil de izquierda.
"Nosotros nunca exigimos la pena de muerte para castigar los casos de violación. Por el contrario, alzamos nuestra voz pidiendo que se garantizara justicia a través de la ley existente con una rápida implementación en un tiempo razonable, ya que hasta el momento no hay ejemplos de justicia contra esta clase de crímenes en el país", señaló Naim, quien también participó en las protestas en la capital bangladesí.
Naim argumentó que la pena de muerte podría poner en peligro aún más a las mujeres al inclinar a los violadores a matar a sus víctimas para eliminar las pruebas de violación.
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El Gobierno emitirá una circular sobre la decisión del Consejo Ministerial el martes, señaló el ministro de Derecho de Bangladés, Anisul Huq.
El aumento en los casos de violación en Bangladés
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La demanda de la pena capital contra violadores cobró impulso en Bangladés después de crecientes informes de casos de violación en las últimas semanas, incluidos dos incidentes de violación en grupo, uno en el albergue de una universidad pública en la ciudad oriental de Sylhet y el segundo en el distrito sureste de Noakhali, según informes de los medios locales.
Los incidentes recientes provocaron protestas masivas en Bangladés, llevando a decenas de miles de personas a salir a las calles de todo el país para pedir cambios en el sistema judicial.
Estudiantes y jóvenes bangladesís lideran las protestas en las principales ciudades del país con el apoyo público generalizado debido a la falta de implantación de leyes de justicia penal contra la violación.
Unas 975 mujeres han sido violadas, 208 de ellas de manera grupal, entre enero y septiembre de este año en Bangladés, según información del Centro de Derecho y Mediación Bangladesí.
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La ONUtambién ha expresado su preocupación por el aumento de la violencia contra las mujeres en Bangladés.
La organización pidió una "reforma urgente del sistema de justicia penal para apoyar y proteger a las víctimas y testigos, y para acelerar el lento proceso de juicio" en el país surasiático.
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