El ministro de Defensa, general (r) Pedro Sánchez, confirmó que el Gobierno colombiano estudia la viabilidad de utilizar un producto diferente al glifosato para la erradicación de cultivos ilícitos. La declaración fue hecha durante una entrevista en Mañanas Blu, con Néstor Morales, en la que el jefe de la cartera de Defensa explicó que existen compuestos en fase de prueba, derivados de aceites orgánicos, que podrían convertirse en una alternativa menos riesgosa para la salud y el medio ambiente.
“Estamos evaluando no solamente ese tipo de productos, sino otras opciones también para hacerlo más rápido”, aseguró el ministro, tras aclarar que el propósito es avanzar en la sustitución y eliminación de cultivos de coca con herramientas más seguras.
Alternativas al glifosato: pruebas con bioinsumos
En la conversación con Néstor Morales, el ministro reconoció que aún no se ha adoptado un producto certificado que reemplace al glifosato, pero confirmó que se analizan “bioquímicos derivados de ácidos grasos orgánicos de aceite de girasol, palma y gladiolos”.
El general Sánchez evitó dar nombres comerciales, pero insistió en que la instrucción del Gobierno es buscar tecnologías que permitan controlar la coca sin los impactos negativos del herbicida tradicional.
Si bien es cierto en la aspersión manual se ha usado glifosato, lo importante es que ya se hace en áreas controladas y con mayor seguridad. Sin embargo, nuestra meta es encontrar opciones distintas
explicó.
La certificación de EE. UU. y las cifras de erradicación
La entrevista también abordó el tema de la certificación antidrogas por parte de Estados Unidos, una evaluación anual que mide los resultados de Colombia en la lucha contra el narcotráfico.
El ministro defendió los avances del Gobierno, destacando que ya se han erradicado y sustituido 11.000 hectáreas de cultivos ilícitos y que las proyecciones para fin de año apuntan a superar la meta de 30.000 hectáreas.
“Mostramos resultados: 700 toneladas de cocaína incautadas, más de 3.300 integrantes de grupos criminales neutralizados y cinco bombardeos contra estructuras ilegales. Ese es un esfuerzo enorme, incluso con pérdidas humanas de nuestros militares y policías”, señaló Sánchez. Según el funcionario, la estrategia combina erradicación forzosa y sustitución voluntaria, con el objetivo de transformar economías ilegales en proyectos sostenibles de cacao, plátano y otros cultivos productivos.
¿Fracaso o transición en la política antidrogas?
Los periodistas cuestionaron al ministro sobre el récord histórico de 253.000 hectáreas de coca cultivadas en 2023, lo que mantiene a Colombia como el principal productor mundial de cocaína.
Sánchez reconoció la magnitud del desafío, pero defendió la política actual como una transición hacia un enfoque más integral: “Mientras existan 316 millones de consumidores en el mundo, es muy difícil acabar con la oferta. Nosotros hacemos el esfuerzo desde la producción, pero los países consumidores también deben asumir su responsabilidad”, dijo.El Mindefensa aseguró que en departamentos como Putumayo ya se evidencian reducciones significativas, con 8.000 hectáreas menos reportadas frente al año pasado.
Uno de los ejes centrales de la estrategia gubernamental es atacar las economías ilegales que sostienen a las organizaciones narcotraficantes. El ministro explicó que no se trata únicamente de sustituir cultivos, sino de garantizar alternativas de vida para las comunidades campesinas.
“Lo fundamental es asegurar toda la cadena legal alrededor de la sustitución. No se trata solo de quitar la coca, sino de sustituir economías ilegales por proyectos sostenibles”, enfatizó. El general relató su visita reciente al Putumayo, donde comunidades firmaron acuerdos para reemplazar 1.500 hectáreas de coca por plátano y cacao.