En medio de una zona boscosa de la vereda ‘La Pola’, en el municipio de Sabana de Torres, Santander, un grupo de expertos de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) avanza en la intervención de un terreno donde, según las investigaciones humanitarias y extrajudiciales, podrían estar inhumados los cuerpos de 16 personas desaparecidas el 16 de mayo de 1998 en Barrancabermeja, durante una incursión paramilitar en la que fueron desaparecidas 25 personas. Hasta la fecha, nueve cuerpos han sido hallados.
Carlos Ariza, antropólogo élite que lidera la acción forense, explicó que actualmente trabajan en uno de los tres polígonos de interés forense identificados para este caso.
“Estamos en la liberación de espacios con maquinaria pesada, pero sin tala de árboles de gran tamaño, retirando solo vegetación arbustiva para abrir senderos que nos permitan desarrollar las labores prospectivas. Usaremos excavaciones en área, pozos de sondeo y trincheras estratigráficas para identificar alteraciones hechas por el hombre, relacionadas con el ocultamiento de cuerpos”, señaló.
El área en el que trabajan cubre cerca de 1.300 metros cuadrados, aunque la búsqueda completa se concentra en un área de 3.800 m², de los cuales ya se han intervenido 2.000 m².
Las labores combinan maquinaria tipo miniretroexcavadora y técnicas tradicionales de arqueología forense, con el objetivo de confirmar o descartar plenamente la disposición de restos humanos en el lugar.
Daladier Jaramillo, coordinador de la UBPD en el Magdalena Medio, indicó que esta acción hace parte del plan de descarte y verificación de sitios del Plan Regional de Búsqueda Barrancabermeja-Región.
“Es un trabajo desarrollado junto con el Colectivo de Familiares del 16 de Mayo y un despliegue forense significativo. Con esta intervención culminamos una serie de sitios identificados junto a las familias, y esperamos seguir generando respuestas a partir de los hallazgos o descartes que se den en esta zona”, afirmó.
La UBPD reiteró que este trabajo es el resultado de un esfuerzo conjunto con las familias buscadoras, quienes han aportado información para orientar las excavaciones. El propósito es avanzar en la recuperación de los cuerpos y entregar verdad y reparación a quienes han esperado por más de 27 años noticias de sus seres queridos.