La vía que conecta a San Gil con Charalá y Duitama tendrá nuevas intervenciones en varios puntos críticos. El Invías confirmó que realizará obras para atender deslizamientos, reforzar la señalización y mejorar la seguridad de los viajeros en este corredor que une a Santander con Boyacá.
Uno de los tramos priorizados es el kilómetro 105, entre Charalá y San Gil, considerado de alto riesgo por la inestabilidad del terreno. Allí se pondrán en marcha acciones de mitigación que ya cuentan con estudios y diseños previos.
El director general encargado del Invías, Jhon Jairo González, explicó que, “desde el Invías, la movilidad es una prioridad. Por eso estamos realizando un recorrido desde la vía que une San Gil, Charalá, hasta Duitama, para revisar el estado actual y los puntos críticos que vamos a intervenir en el marco del contrato que tenemos aquí”.
Por su parte, la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, destacó la importancia de escuchar a las comunidades.
“El diálogo social es la base para construir soluciones que respondan a las necesidades reales de los territorios. Con el trabajo técnico y comprometido del Invías avanzamos en garantizar una movilidad segura y digna para todos sus habitantes”.
El plan incluye también mantenimiento en otros sectores afectados por la geología de la zona. A esto se suman las obras ejecutadas este año, entre ellas la pavimentación de 4,8 kilómetros, la construcción de un muro de cimentación, un box culvert y la estabilización de taludes.
Para 2026 se proyecta intervenir cerca de seis kilómetros adicionales en el municipio de Charalá, en el sector conocido como La Morena, donde se busca atender otro de los puntos más críticos.
Las comunidades han insistido en la necesidad de estas obras para garantizar la movilidad hacia el interior del país y mejorar el transporte de productos agrícolas.
Según las proyecciones del Invías, más de 89.000 personas de Santander y Boyacá se verán beneficiadas con las intervenciones.