El alcalde encargado de Bucaramanga, Eduard Sánchez Ariza, revocó los nombramientos de los jefes de control interno de la Alcaldía y de los institutos descentralizados Isabu, Inderbu, Invisbu, Instituto Municipal de Cultura e Imebu.
Estas designaciones habían sido realizadas a través de resoluciones por el entonces alcalde Jaime Andrés Beltrán, un día antes de la decisión del Consejo de Estado que anuló su elección por doble militancia.
El pasado 22 de septiembre, el concejal de Bucaramanga, José David Cavanzo, denunció públicamente lo que consideró un “afán” por parte de Beltrán en dejar en firme dichos nombramientos.
En entrevista con Blu Radio, Cavanzo explicó que ese día la Alcaldía publicó a medianoche los decretos de designación, después de su denuncia, lo que generó dudas sobre la transparencia del proceso.
“Una denuncia que nosotros hicimos el 22 de septiembre preguntándonos cuál era el afán de dejar nombrados los jefes de control interno. No habían publicado los decretos, no fue claro el procedimiento ante la opinión pública y aun así hicieron los nombramientos. Ese día, a medianoche, luego de que hicimos la denuncia, la Alcaldía decide publicar los decretos de nombramiento de cinco institutos descentralizados y la Alcaldía”, aseguró el concejal.
Cavanzo agregó que la decisión del alcalde encargado ratifica sus advertencias. “Hoy el tiempo nos da la razón. Eduardo Sánchez revocó los seis nombramientos porque no lo hicieron bien: no verificaron antecedentes disciplinarios, fiscales, penales ni el cumplimiento de requisitos para ocupar esos cargos. Ahí es donde se nota el afán, y del afán no queda sino el cansancio”.
Los jefes de control interno tienen periodos de cuatro años, por lo que la denuncia advertía que las designaciones de última hora podrían comprometer la vigilancia administrativa de las entidades descentralizadas.
El concejal también destacó que, con el inicio del periodo de sesiones ordinarias del Concejo de Bucaramanga este 1 de octubre, se evaluarán temas clave como el trámite de vigencias futuras para proyectos de infraestructura, educación y conectividad, propuestas en su momento por la administración de Beltrán con una vigencia de 11 meses, lo cual, según Cavanzo, “no tiene ninguna presentación”.
Finalmente, hizo un llamado a que la administración encargada dé prioridad a los intereses de la ciudad.
“Aquí lo que debe estar por delante es Bucaramanga, no los intereses personales ni particulares del alcalde de turno, ni mucho menos intenciones de hacer política”, concluyó.