En el municipio de Oiba, Santander, la comunidad y los transportadores decidieron alzar su voz de protesta por la falta de respuesta efectiva ante la emergencia vial que mantiene incomunicada a la región con el interior del país.
El Instituto Nacional de Vías (Invías) hizo presencia en el lugar con una retroexcavadora pequeña para realizar labores en el kilómetro 2 de la vía nacional Oiba–Barbosa, donde se registró la pérdida de la banca y varios hundimientos provocados por las lluvias.
Sin embargo, los habitantes del sector calificaron de insuficiente la maquinaria enviada y aseguran que se trata de una atención mínima frente a la magnitud de los daños.
“Trajeron un cortaúñas para habilitar la vía”, expresaron algunos de los manifestantes, en tono de frustración, al denunciar que el Invías no ha dispuesto los equipos adecuados para la recuperación del corredor.
En este sentido, los transportadores y usuarios de la carretera afirmaron que recogieron dinero para contratar una retroexcavadora adicional, con la que lograron habilitar el paso a un carril y permitir parcialmente el tránsito de vehículos.
Además, señalaron que esta situación era una problemática anunciada, pues desde hace meses habían advertido sobre el deterioro del corredor y la necesidad de obras reales de contención, canalización de aguas y mantenimiento vial.
“El Invías solo se dedicó a tapar huecos de forma superficial, sin hacer las obras de ingeniería necesarias”, aseguraron los conductores.
En medio de la inconformidad, los manifestantes también respaldaron el no pago del peaje en señal de protesta y pidieron la presencia del Ministerio de Transporte para atender los demás puntos críticos de la vía o tramo Ruta 45A, que siguen en riesgo de colapso por la falta de mantenimiento.
La pérdida de la banca por socavación se registró en el kilómetro 70+050, sector La Charca, jurisdicción de Oiba, y mantiene paso restringido.
Mientras el Invías reitera su llamado al diálogo y a permitir la continuidad de los trabajos, la comunidad insiste en “queremos soluciones reales, no un cortaúñas para tapar una emergencia que lleva meses gestándose”.