La crisis humanitaria se agrava en los alrededores de la Institución Educativa Héctor Abad Gómez en Medellín , donde desde hace cerca de quince días persiste un asentamiento indígena.
Día tras día, han llegado más comunidades indígenas. Tanto es así que el número de indígenas del Alto Andágueda en Chocó ha pasado de 250 a 500, quienes duermen en cambuches improvisados hechos con bolsas de plástico, sábanas y palos, ya que no tienen a dónde ir.
Uno de los líderes de la comunidad indígena, Elkin Vito, sostiene que el número de familias asentadas ha aumentado, y están compuestas por cientos de niños. Sin embargo, la atención por parte de la Alcaldía de Medellín ha sido escasa.
"Por el momento, somos unas 500 personas las que estamos aquí, no solo en el colegio, sino también en los alrededores. Por el momento, se nos han garantizado los derechos y se ha prestado atención médica", dijo Vito.
Este asentamiento indígena en el plantel del sector de Niquitao ha dejado a unos cien estudiantes sin escolarizar, ya que sus padres prefieren no enviarlos a la escuela por temor y para evitar problemas de salud.
Los indígenas son parte de los 800 miembros de la comunidad emberá katío, quienes están contando los días para un proceso de retorno a sus resguardos en Chocó desde Medellín, a partir del próximo 22 de mayo.
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