El pasado domingo, 4 de diciembre, se presentó una balacera entre la Policía y una banda delincuencial, lo cual dejó como resultado dos policías asesinados en el sur de Bogotá, en la localidad de Bosa.
Según informó el Ojo de la Noche, en la noche del jueves, 8 de diciembre, las autoridades llevaron a cabo un operativo para dar con los criminales que causaron la muerte de los dos policías, situación que desembocó en otra balacera.
Esto se produjo en el barrio La Amistad, donde delincuentes en moto se enfrentaron a los policías, enfrentamiento que llevó a la muerte de uno de los criminales, quien estaba utilizando un chaleco antibalas.
Otro de los delincuentes fue capturado por las autoridades, al igual que una menor de edad, quien fue aprehendida: "Es una menor de edad que tiene entre 16 y 17 años y está puesta bajo el procedimiento, por ser menor de edad, con ICBF y todas las autoridades del caso para restablecer sus derechos", señaló el secretario de Seguridad de Bogotá, Aníbal Fernández de Soto.
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La gran sorpresa que se llevaron los uniformados de la Policía, fue que el delincuente portaba la pistola que le robaron al subintendente asesinado el pasado domingo. Además les encontraron otro revólver.
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La persecución empezó con un robo en el municipio de Soacha, donde los mismos delincuentes robaron una motocicleta que por fortuna contaba con sistema de rastreo satelital y esto llevó a las autoridades a la localidad de Bosa, ya en Bogotá.
Allí fueron interceptados por una patrulla de la Policía y fue cuando se produjo la balacera: "Cuando la Policía intervino, hubo un cruce de disparos, los delineantes recibieron a la Policía disparando, uno de los policías recibió un impacto en el tórax y gracias al chaleco salvavidas no sufrió una afectación grave. Al reaccionar, uno de los delincuentes fue abatido. Ese delincuente, después de cotejar la información, se pudo confirmar que se trataba del mismo delincuente que ya tenía orden de captura, responsable de los homicidios el día domingo en Bosa", expresó el secretario de Seguridad.
A las personas capturadas se les encontró un teléfono que tenía la dirección de una vivienda en la misma localidad, lugar que fue allanado y está siendo investigado para encontrar pistas que ayuden a identificar a los asesinos de los dos uniformados el pasado domingo.
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