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La situación de orden público que se vive en el país, a raíz del paro armado anunciado por el ELN, no es ajena en Santander y ya está teniendo efectos directos en la movilidad de pasajeros y en la operación de la Terminal de Transporte de Bucaramanga, justo en una de las épocas de mayor flujo de viajeros del año.
Así lo confirmó Jaime Pérez, gerente de la terminal, quien calificó como “lamentable” el impacto que estos hechos han generado en el departamento. Según explicó, desde la madrugada en que se anunció el paro armado se empezó a evidenciar una disminución en los despachos de buses, especialmente hacia zonas consideradas de mayor riesgo.
Uno de los factores que más incidió en la reducción de la operación fue el atentado registrado en el peaje de La Lizama, donde la activación de un artefacto explosivo llevó a que varias empresas limitaran o suspendieran los viajes hacia Barrancabermeja. Como medida preventiva, los despachos se realizaron por la vía antigua, evitando el corredor principal.
A esta situación se sumó la suspensión temporal de los viajes hacia la Costa Caribe, debido a la quema de buses, lo que profundizó la afectación en la terminal. Para la mañana de este miércoles, hacia las 11:00 a.m., se habían movilizado 209 vehículos y cerca de 1.150 pasajeros, una cifra baja si se tiene en cuenta que actualmente se atraviesa temporada alta.
De acuerdo con el gerente, los despachos de buses se redujeron en un 27 por ciento y la afluencia de pasajeros también cayó de manera significativa, principalmente por el temor de los ciudadanos a desplazarse durante el paro armado. Las rutas más afectadas son las que comunican a Bucaramanga con Barrancabermeja y con la Costa Atlántica, mientras que el corredor hacia Cúcuta, que estuvo cerrado al inicio de la semana, ya fue habilitado.
Los viajes hacia municipios del Magdalena Medio santandereano, como San Vicente de Chucurí, Puerto Wilches y Cimitarra, se están realizando de manera muy limitada. Aunque las empresas de transporte continúan despachando vehículos, lo hacen con restricciones y bajo estrictas medidas de precaución.
Frente a este panorama, la Terminal de Transporte mantiene un plan de contingencia sujeto a las directrices de las autoridades entreguen, siempre garantizando las condiciones de movilidad. Por ahora, las empresas han optado por reducir los despachos en horas de la noche y se insiste en la recomendación de actuar con prudencia, mantenerse informados y atender las alertas emitidas por las autoridades.
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El gerente espera que esta situación no se prolongue, pues es un momento clave en el que miles de personas buscan desplazarse para pasar las festividades de Navidad y Año Nuevo con sus familias.